HR Analytics – Métricas imprescindibles

Antigüedad: años en la compañía.

Género: distinción utilizada a menudo con propósitos de reflejar diversidad en la organización.

Edad: la edad es uno de los elementos cada vez más importantes debido al actual envejecimiento de la fuerza laboral. Suele ser clave en las organizaciones que desean innovar y reorganizarse.

Nivel educativo: el nivel educativo solo debe incluirse en las métricas cuando esté disponible y sea relevante para los objetivos generales de la organización.

Función: esta métrica permite distinguir diferentes grupos o poblaciones dentro de una empresa (administración, producción, ventas, soporte…).

FTE: del inglés “Full-Time Equivalent”, es el equivalente al total de horas trabajadas por un empleado a tiempo completo. El número de FTEs puede ser inferior al número total de empleados especialmente si hay muchos trabajadores a tiempo parcial presentes en la organización. Las FTEs proporcionan una medida precisa de la carga de trabajo total disponible en la organización. Las personas que trabajan menos de 1 FTE pueden considerarse trabajadores a tiempo parcial.

Empleados activos: esta métrica representa el número de empleados que trabajan en la organización en un momento dado.

Rotación: representa el número y/o porcentaje de empleados que dejaron la empresa en un periodo de tiempo.

Nuevas contrataciones: esta métrica representa el número y/o porcentaje de nuevos empleados que se unieron a la organización en un periodo de tiempo determinado.

Ausencias: representa el porcentaje de tiempo que los empleados estuvieron ausentes de su puesto de trabajo durante un periodo determinado. Otra representación puede ser el total de días de ausencia por empleado.

Coste de las ausencias: no es una métrica estándar pero puede ayudar a hacer más tangible la tasa de ausencias si se acompaña con un indicador financiero (coste asociado).

Costes laborales: los costes laborales es la cantidad total de dinero que una organización paga a su fuerza laboral. Incluye nóminas, beneficios, seguridad social y otros impuestos a cargo de la empresa. Estos costes suelen repartirse en costes directos e indirectos. Los costes directos son los costes laborales asociados directamente al proceso de producción principal de la compañía. Los costes indirectos incluyen los costes laborales que no pueden imputarse directamente a un producto o línea de producción específica (por ejemplo el personal de vigilancia o el personal administrativo que dan servicio a toda la compañía).

Costes de formación: el coste de formación representa la cantidad total que una empresa gasta en la capacitación de nuevos empleados y la fuerza laboral existente.

Costes de reclutamiento: incluye los costes totales asociados a los esfuerzos y tareas de reclutamiento. Estos costes, a menudo, se desglosan en costes de agencias externas, publicidad de ofertas, horas dedicadas por RRHH y, a veces, pérdida de productividad.

Tiempo de contratación: es el número de días entre la apertura de un puesto vacante en la organización y la aceptación del puesto por parte de un candidato. Esta métrica variará significativamente entre tipos de trabajo, siendo los trabajos altamente cualificados los más difíciles de encontrar.

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